Al principio, mi decisión de escribir un manual para aprender el Quechua, estuvo motivada por la necesidad de ofrecer una guía accesible a diferentes nacionalidades francófonas, así como a peruanos residentes en Francia, deseosos de entender el idioma de los incas.
Al principio, mi decisión de escribir un manual para aprender el Quechua, estuvo motivada por la necesidad de ofrecer una guía accesible a diferentes nacionalidades francófonas, así como a peruanos residentes en Francia, deseosos de entender el idioma de los incas.
En efecto, el obstáculo más importante que se le presenta a cualquier persona que desee aprender quechua, incluso en el Perú, es la falta de centros de enseñanza y textos de estudios relacionados con este idioma.
Considerado inconveniente y hasta un obstáculo, desde la colonización española, el quechua nunca se ha beneficiado realmente del estatus de lengua oficial del Perú, ni de la educación obligatoria que este estatus implica, de ahí la falta de textos didácticos y de escolaridad en Quechua.
Afortunadamente, y a pesar de los repetidos intentos de asfixiarla, las represiones culturales y sociales soportadas durante siglos, muchas veces víctima de la indiferencia o la complicidad de los gobiernos locales hasta hoy, esta lengua se ha transmitido con mucha energía y vigor, oralmente. Desafiando el tiempo, la corrupción, y la humillación, permiténdonos a todos, una posibilidad de descubrir una cultura y una mentalidad que continúan enriqueciendo la paleta humana de formas hermosas y originales.
Si la motivación para aprender quechua radica para algunos en el deseo pragmático de un enfoque turístico o el deseo de profundizar en el estudio de esta cultura, para otros, este interés proviene esencialmente de su carácter de vehículo de la civilización inca. Es una suerte que el binomio cultura / lengua despierte una y otra vez la curiosidad intelectual que lleva al descubrimiento de la lengua quechua.